El biólogo Juan Carlos Blanco, uno de los máximos especialistas mundiales
en lobo ibérico, no tiene dudas:
“En la región de Madrid hay ahora mismo cuatro manadas de lobo, algunas a
menos de 50 kilómetros de la Puerta del Sol”.
Aunque añade:
“Afortunadamente pasa muy desapercibido”.
La recuperación de este animal, asegura, está
directamente relacionada con el abandono del campo y la desaparición del mundo
rural. Cada vez hay más corzo y jabalí, están aumentando los bosques y los
pastos, y el lobo, inteligente y oportunista a partes iguales, ha sabido
aprovechar la oportunidad.
No está siendo una reconquista fácil. Juan Carlos
Blanco, quien lamenta que no existan censos fiables y periódicos de la especie,
calcula que en España puede haber ahora mismo unas 300 manadas lobunas, que con
una productividad media de cinco cachorros aportarían unos 1.500 ejemplares
nuevos al año. Pueden parecer muchos, pero un número altísimo de ellos mueren
sin llegar a adultos, ya sea por enfermedades, peleas pero, especialmente, por
culpa directa nuestra: disparados, atropellados, envenenados. Uno de cada tres
lobos no llegará a viejo. Es un animal que seguimos odiando. Unos 500 lobos son
cazados en España, legal o ilegalmente.
El lobo ibérico está recuperando los espacios
naturales de donde los expulsamos hace un siglo, pero la suya es una
reconquista lenta y dolorosa. Así lo dejó muy claro Juan Carlos Blanco en la
jornada De lobos y libros, organizada a comienzos de junio con motivo de
la celebración en Madrid de la feria de turismo de naturaleza MADBird.
En esta reunión, además de Blanco participaron
importantes especialistas como el naturalista Joaquín Araujo, quien habló
del lobo, sus leyendas y enigmas. El biólogo y divulgador Juan
Delibes recordó la obra de otra gran científico, José Antonio Valverde, autor de uno de los primeros libros dedicados al lobo y que escribió a
medias con un pastor, ‘Los lobos de Morla‘. Jorge Escudero, un ganadero
albaceteño criador de lobos y mastines, aportó la importancia del paisano y el
paisanaje en su relación con el cánido salvaje. Por su parte, el director de la
revista de naturaleza Quercus, Rafael Serra,
incorporó la visión periodística de la especie.
Finalmente Ángel Iglesias Izquierdo y los hermanos
Ángel y José España Báez presentaron su libro ‘Lobos ibéricos‘, un
colosal trabajo editado por Náyade
Nature Books. Son más de 1.000 páginas centradas en la biología de
este animal que incluye un segundo tomo dedicado a la identificación de sus
rastros y descripción de los lugares de la Península ibérica donde es más fácil
poder observarlos. Como la zamorana Sierra de la Culebra pero
también las madrileñas montañas de Guadarrama.
Todos ellos coincidieron en la importancia del lobo
para los ecosistemas, pero también para nosotros mismos, pues su sola presencia
en el campo es una sensación que, como reconoce Ángel Iglesias, “no deja
indiferente a nadie”.
Y a quien no dejará indiferente es a todos los que
próximamente disfrutemos de la última película de Arturo Menor y su productora Acajú que se
estrenará después del verano en las salas comerciales, al estilo de su aclamada
WildMed. ‘Barbacana, la huella del lobo‘ es una película
dedicada por entero al lobo, cuyo tráiler también pudimos ver en este encuentro
de la MADBird y que os enlazo a continuación.
https://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2017/06/18/los-lobos-ya-estan-a-menos-de-50-kilometros-de-la-puerta-del-sol/
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