Roberto
Hartasánchez, presidente del Fondo para la Protección de la Fauna Salvaje,
radicado en Asturias, considera que «el cazador trata de cubrir el espacio
ecológico del lobo, que parece sobrar en el ecosistema»
28/11/2016
El Centro del Lobo Ibérico de
Castilla y León, que en la actualidad acoge a tres machos y cinco hembras
de la especie, ha cumplido un año.
Durante ese tiempo, destacan desde
la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y
León, ha recibido la visita de más de 33.000
personas de diferentes países, que se han acercado hasta la localidad de Robledo
de Sanabria (Zamora). Españoles, portugueses, franceses, japoneses,
suizos, canadienses y holandeses (entre los turistas más habituales) han
contribuido «notablemente» a la desestacionalización del turismo en la comarca
de Sanabria: «Ha supuesto una gran repercusión económica en el importante
sector hostelero de la comarca», reconoce la institución.
El personal del Centro además de ocuparse
del bienestar de sus dos manadas de lobos desarrolla talleres, charlas
y encuentros para la iniciación y conocimiento de la especie.
ABC Natural ha hablado con Roberto
Hartasánchez, presidente del Fondo para la Protección de la Fauna Salvaje (Fapas),
radicado en Asturias, sobre la gestión del lobo en España:
El último censo nacional de lobos
publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio
Ambiente contabilizó 298 manadas entre Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria,
País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid (periodo
2012-2014). ¿Sigue el lobo presente en estas autonomías? ¿Han aparecido
ejemplares solitarios o manadas en alguna otra?
En principio, el ámbito de presencia del
lobo en esos territorios se mantiene. En el caso de Asturias, que es donde
trabaja Fapas, vemos con preocupación que en determinadas zonas de media
montaña los grupos familiares están formados por un solo individuo en muchos
casos. Puede tratarse de ejemplares solitarios o ser el resultado de una
presión enorme sobre la población de lobos que desestructura las manadas y
desemboca en una situación anormal de hembras reproductoras solitarias.
¿Qué metodología se lleva a cabo para
realizar el censo?
Desde Fapas consideramos que las
metodologías actuales no son fiables porque consideran un número estable de
lobos por grupo familiar basándose en criterios sacados de trabajos efectuados
en otros países de Europa o América. No parece creíble que en España los grupos
familiares estén formados mayoritariamente por 8-9 lobos, por lo que a
posteriori resulta un cómputo posiblemente mucho más elevado de la realidad.
¿Cómo ha evolucionado el seguimiento de
las manadas de lobos en España? ¿Qué nuevas herramientas de rastreo se están
desarrollando y probando sobre el terreno?
Se está trabajando con censos a través de
aullidos. Fapas ha solicitado sin éxito al Gobierno de Asturias autorización
para capturar y radiomarcar lobos. Actualmente hay una iniciativa dirigida por
el profesor Fernando Palacios para realizar un censo nacional, independiente y
basado en la creación de grupos de trabajo que prospectarían las áreas loberas.
Algunas organizaciones han solicitado que
el lobo deje de considerarse una especie cinegética y se incluya en el Catálogo
Español de Especies Amenazadas como «Vulnerable» al norte del Duero y «En
Peligro» al sur del río. ¿Necesita el lobo un estatus de protección o puede
soportar la presión cinegética?
El lobo necesita un estatus de protección,
en especial al sur del Duero, para que regule las poblaciones de fauna
silvestre. Lo que sucede es que ese papel regulador lo pretende tener en
exclusiva el cazador, defendiendo, así, un modelo de caza que se lleva a cabo
en muchas zonas al sur del río que se parece más a un negocio económico de cría
y caza de fauna silvestre que de mantenimiento de ecosistemas naturales
equilibrados.
En ocasiones se responsabiliza a los lobos
de los daños causados al ganado por perros sueltos, errantes y asilvestrados.
¿Cómo se puede limitar la presencia de éstos en el medio natural? ¿Y cómo se
pueden identificar manadas mixtas, fruto de la hibridación entre lobos y
perros?
El problema de los perros es seguramente
mucho mayor de lo que se conoce: faltan trabajos de campo que evalúen esta
problemática. Hay poco seguimiento de poblaciones de fauna silvestre. España es
un país rico en biodiversidad y deficitario en investigación. Sin
investigación, es difícil detectar problemas derivados de estas hibridaciones.
Los perros que los pastores usan para
proteger al ganado suponen buenos métodos de prevención de ataques. Así como
encerrar el ganado por la noche. ¿Son cuantiosos los daños que causan los lobos
a la ganadería en España? ¿Cómo funciona el sistema de indemnizaciones?
En Asturias hay casos, los cuales se
pueden comprobar mediante datos del FEOGA, de ganaderos que cobran más de 8.000
euros/mes de subvenciones por estar en un Parque Nacional con su ganado y
demandan la eliminación del lobo por considerarlo incompatible con la
ganadería. ¿Cuánto dinero necesitan?. Es cierto que algunas comunidades
autónomas, cada una con competencias propias, tardan en pagar los daños de lobo
o los tasan inadecuadamente.
¿Cómo se realiza el control biológico del
lobo?
Cada comunidad autónoma tiene sus propias
líneas de actuación. En el Principado de Asturias se establece un cupo de lobos
a matar, incluso con el apoyo de cazadores. La realidad demuestra que se matan
todos los lobos que se puede, legal o ilegalmente. Hay una actitud de presión
total hacia el lobo.
¿Existen sueltas ilegales de lobos?
No.
¿Se están desarrollando proyectos de reintroducción
de la especie en España en la actualidad?
Que sepamos no hay ningún proyecto de
reintroducción en España. El papel ecológico del lobo es fundamental en el
control de poblaciones de ungulados silvestres. El cazador trata de cubrir ese
espacio ecológico del lobo, por tanto el lobo sobra en el ecosistema.
Dentro del marco del Plan sectorial de
turismo de naturaleza y biodiversidad se ha elaborado una guía para la
observación del lobo. ¿Es más rentable el turismo asociado a él que su caza?
Muy posiblemente sí. Pero en pocos lugares
se ponen en marcha iniciativas de este tipo y son privadas.
¿Es el lobo una especie desconocida?
Totalmente. Existe un vacío de
conocimientos del lobo a nivel social que va más allá de su consideración de
maldad: el ser humano ha descargado muchas de sus frustraciones rurales sobre
la especie.
¿A qué se debe que exista tanta
conflictividad entre los distintos sectores de la sociedad en torno al lobo?
La conflictividad es histórica y
posiblemente llega hasta nosotros como un aspecto residual de tantos siglos de
enfrentamiento. Hoy el lobo es una herramienta utilizada en la lucha política.
El conflicto es artificial en la gran mayoría de los casos, pero tan
contundente que impide que la Administración gestione a la especie bajo los
criterios más adecuados, que deberían de ser técnicos y científicos.
¿«Especie gestionable» al sur del Duero?
En junio vino al mundo en el Centro del
Lobo Ibérico de Castilla y León un cachorro al que bautizaron como «Robledo». Y
también ese mes el parlamento de Castilla y León aprobó
por amplia mayoría (PP, PSOE, Ciudadanos y UPL han votado a favor y Podemos e
IU se han abstenido) solicitar al Ejecutivo central que iniciara ante la Comisión Europea el
procedimiento necesario para que el lobo al sur del
Duero se considere una «especie gestionable» en lugar
de protegida, como ocurre ahora. Aunque «nunca» cinegética, pues solo se podrá
cazar en el norte, informaba EP.
«Aunque el lobo dejase de estar
estrictamente protegido al sur del Duero por las Directivas
Europeas se mantendría la obligación de alcanzar el estado de
conservación favorable», puntualizaban desde WWF.
Además, «obligaría a los ganaderos a asumir las pérdidas derivadas de los
ataques de los lobos», subrayó la organización entonces.
Más recientemente, hace unas semanas, las
organizaciones profesionales agrarias Asaja, COAG y UPA han
reclamado un mayor control de la fauna salvaje en la provincia de Zamora,
donde en lo que va de año se han contabilizado un centenar de ataques del lobo
y han reclamado a la consejería de Medio Ambiente que no aplace más una reunión
donde se les expliquen los cambios que conllevará, precisamente, la
consideración del lobo como especie gestionable al sur del Duero.
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